sábado, 13 de marzo de 2010

Lecciones resumidas del taller de Juan Goytisolo


Voy a dar una serie de apuntes sobre el taller de Juan, aquellos que me parecieron más interesantes, por si a algunos os sirve de algo. Los ordeno por el orden cronológico presentado:

1) El canon oficial nacional católico sigue vigente: El autor estableció los tres tabúes que han conformado el canon desde el siglo XIII: el carácter mudéjar de buena parte de la mejor literatura castellana en sus tres primeros siglos (incluyendo obras tan "nacionales" como El Cantar del Mío Cid o El Libro del Buen Amor), la diferenciación entre escritores de sangre limpia y los de sangre manchada (judía o árabe) y la exclusión del tema erótico.

Así, se han dejado de lado obras esenciales como el Cancioneros de Obras de Burlas Provocantes a Risa, las Coplas de Jorge Manrique a la Muerte de su Madrastra, el Pleito del Manto, la Carajicomedia, La Lozana Andaluza, El Viaje de Turquía, La Vida de don Gregorio Guadaña (en El Siglo Pitagórico y Vida de don Gregorio Guadaña), el Refranero Andalusí de Alonso del Castillo, El Mancebo de Arévalo, Un Kama Sutra Español, Blanco White ya en el siglo XIX, etc.

Aprovechó Juan para recordarnos que algunos de los símbolos de la pureza de España son algo menos "puros" de lo que se nos ha enseñado. Santa Teresa de Jesús era de ascendencia judía y su padre compró la limpieza de sangre como también hizo el autor de Guzman de Alfarache, Mateo Alemán, judío que pudo escapar la inquisición pagando dos casas y los derechos de su libro a un sacerdote y emigrando posteriormente a Nueva España. La posibilidad de que Cervantes descendiera de cristianos nuevos, es decir, convertidos desde el judaísmo, es elevadísima. Es interesante observar que la exigencia de pureza de sangre para multitud de puestos públicos, incluidos los de profesor, se eliminó en 1870, apenas hace cien años.

También señaló Juan el papel de España, involuntario, en lo que sería el surgimiento del pensamiento racionalista en Europa. Establece una línea de continuidad entre la Propaladia de Bartolomé de Torres Naharro, con su crítica a Roma y la Iglesia, pasando por el portugués Uriel de Costa y su terrible desenlace en Amsterdam, que a su vez enlazaría con Spinoza y desde ahí con el comienzo de la Ilustración.

2) Mala recepción crítica de obras esenciales de nuestra literatura: Juan aprovechó para hablar de la mala recepción crítica inicial de algunas obras esenciales en nuestra literatura. De La Regenta de Clarín se escribió que era "lo más pesado escrito..." o se recomendaba para los casos de insomnio. La última edición de principios de siglo fue en 1911 y hasta mediados de los años 60 no se volvió a editar. Cuando Cervantes publicó el Quijote, obra que inmediatamente fue traducida y estudiada fuera de España (Valente dedicó su tesis doctoral a estudiar la presencia de Cervantes en la bibliotecas de Inglaterra), el padre Mir, en España, publicó un libro que anotaba lo que para él eran todos los errores sintácticos de la obra.

Mencionó otros autores que han sido ninguneados durante mucho tiempo por la crítica, sea Goya en comparación a otros pintores, el último Beethoven, Flaubert o Proust. De éste último contó una anécdota curiosa. El crítico literario estrella de la época dijo: "Yo tenía entendido que el premio Goncourt se lo daban a un escritor joven o conocido. El señor Proust ya no es joven y conocido no lo será jamás." Se me vienen a la mente ejemplos tan distintos como Vivaldi, rescatado por Pound en el siglo XX, o Caravaggio, ahora que se ha inaugura la retrospectiva en Italia, y que estuvo siglos olvidado.

En opinión de Goytisolo, tanta pureza religiosa y sanguínea en España produjo que a finales del siglo XVII buena parte de la cultura española, en comparación al resto de Europa, hubiera desaparecido con alguna pequeña excepción como las Cartas Marruecas de Cadalso.

Resaltó especialmente el comentario que hizo Américo Castro sobre la falta de curiosidad por las culturas ajenas en España: "No se puede estudiar España sin hispanistas pero sí se puede estudiar el resto de culturas sin nuestra presencia." Ese aislamiento premeditado y la falta de universalidad explicarían la falta de genios literarios durante dos siglos.

3) Un tercer punto relevante es la diferencia que Goytisolo establece entre el texto literario y el producto editorial. Una diferencia clara entre uno y otro la establece en el hecho de que el texto literario exige una relectura. Entre los ejemplos hispánicos de los primeros menciona pocas sorpresas: Paradiso, Tres tristes tigres, Terra Nostra o Rayuela.

Resulta interesante una cita apuntada: "Lo que se comprende en un abrir y cerrar de ojos no deja huella". Juan, por tanto, asoció de alguna forma obra literaria y complejidad. Posteriormente realizó una cita similar: "La dificultad es la cortesía del autor con el lector". Para él, hay una necesidad de desestabilizar al lector en un mundo en el que todos caminamos a tientas.

Al hacer referencia a la diferencia entre literatura y producto, mencionó también el carácter necesariamente rebelde del escritor, pues quien acepta el orden no tiene necesidad de escribir. A continuación realizó un breve repaso por las censuras (fascistas y comunistas). Resaltó que quizá el único efecto positivo de la censura política fue que ayudaba a mitificar títulos (recuerda una cola gigantesca para comprar un título de Ajmatova en la antigua URSS). Y destacó como la censura comercial actual puede ser más peligrosa que la censura política en tanto que muchas editoriales venden productos, "obras instrascendentes". Comentó una anécdota divertida sobre una reunión con Lara, Planeta, y cómo Lara animaba a Ferlosio a imitar y a escribir como un escritor muy famoso de la época, escritor que hoy en día es un perfecto desconocido. Y resaltó que en Estados Unidos los buenos escritores publican muchos de sus libros en editoriales pequeñas.


4) Otra diferenciación clave que Goytisolo estableció es entre actualidad y modernidad. Para Juan, la modernidad circula a lo largo del tiempo. La Celestina es un texto plenamente moderno. Describe su experiencia en Abu Simbel. Las pinturas grabadas en las paredes "son Picassos y Giacomettis": "Estos señores (en referencia a los antiguos egipcios) son contemporáneos míos". Estatuas como la Venus de Milo pueden ser perfectas en su ejecución pero el autor no las considera contemporáneas. Para él, la modernidad circula a lo largo del tiempo y no tiene nada que ver con la actualidad. El Libro del Buen Amor, La Lozana Andaluza o Cervantes son modernos. Una cosa es el hipo de la moda y otra la intensidad de lo moderno: "Si una obra sólo se funda en el presente, se pierde con él."

5) Independencia del escritor y la necesidad de reinventarse ante cada nueva obra: "Cada obra ha de ser un planteamiento literario nuevo." Para escuchar a los españoles que pensaron por su cuenta sólo hay que leer los archivos de la Inquisición. Y menciona una cita de Cervantes que me hizo especial ilusión, porque en la cita se defendía de un adjetivo que algunas veces me han atribuido a mí mismo y del que me costaba salir: "Cervantes se define como un raro inventor". Raro. Para Juan, el escritor y el artista son una anomalía. El verdadero escritor sólo puede seguir su verdadero camino, independientemente de modas y mercados. Lo nuevo provoca incomprensión y el precio que debe estar dispuesta a pagar el autor es el poco interés que despertará en la mayoría de lectores.

6) El escritor debe conocer perfectamente la tradición de la que proviene pero ha de ser capaz de "devolver a la comunidad un idioma distinto a aquel con el que comenzó." La generación del 98 llamaba a Cervantes "un genio lego". Pero eso juicio ha quedado atrasado. Es evidente que Cervantes conocía bien la novela bizantina, la morisca, la bucólica, poesía...Conocía todos los código literarios y supo trascenderlos. Lope de Vega, sin embargo, en las Novelas a Marcia Leonada parodia un género literario pero no tiene el genio suficiente para crear un nuevo género.

Es difícil hacer un resumen pero me voy a atrever a hacerlo: sed atrevidos y osados, partid de la tradición pero sed capaces de enfrentaros a ella y trascenderla. Tened paciencia. Arriesgad.



PD.- No puedo terminar sin agradecer a Delibes tantas buenas novelas. No me gustan mucho los agradecimientos post-mortem y quizá Delibes no esté en mi canon de cabecera pero su escritura es honesta, alejada de la retórica que tanto me espanta, y tiene sobre todo una asombrosa capacidad para la construcción de personajes profundos y creíbles, además de una enorme habilidad en el diseño de la trama narrativa y la forma en la que la historia se imbrica en la realidad de sus personajes.

comments

4 Responses to "Lecciones resumidas del taller de Juan Goytisolo"
  1. Stalker dijo...
    14 de marzo de 2010, 17:08

    Sensacional, Julio, qué suerte estar ahí para poder asistir,

    saludos

  2. Leonardo dijo...
    14 de marzo de 2010, 19:30

    Gracias por la "compartía".
    "La dificultad es la cortesía del autor con el lector".
    la modernidad circula a lo largo del tiempo y no tiene nada que ver con la actualidad.
    Salgo de tu casa menos pobre.
    Gracias.

  3. Julio Mas Alcaraz dijo...
    14 de marzo de 2010, 21:58

    Acepto el calificativo de suertudo en este caso, amigo Stalker. No tanto con la Sala de Vídeo G27. No me han contestado. Mañana les llamaré por teléfono. Cuando sepa algo te digo.

    Abrazos

  4. Julio Mas Alcaraz dijo...
    14 de marzo de 2010, 21:59

    Gracias Leonardo. Creo que aciertas señalando esa circularidad de la modernidad como aspecto importante de las enseñanzas. Seguimos aprendiendo. Seguimos aprendiendo a aprender.

    Abrazos

 

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