
Resulta nauseabundo el mirar hacia otro lado, el girar el cuello de nuestros políticos respecto a la situación de los derechos humanos que el gobierno chino viola de manera continua. Silencio. Cómplice.
En este sentido, ver a los políticos de todos los países arrastrarse y arrodillarse ante las autoridades chinas sólo por el interés del dinero, ajenos a la desastrosa situación del país en cuanto a derechos civiles, laborales, libertad de expresión, democracia y un largo etcétera, es un punto más en la larga lista desalentadora del mundo que nos ha tocado.
El Tibet es un país ocupado. ¿Cómo es posible que el resto del mundo permita esa ocupación?. ¿A cambio de qué lo hacéis políticos-prostitutas?. Vuestra prostitución, vuestra venta del honor y la libertad por dinero, también es nuestra venta. No en nuestro nombre.
Vergüenza de clase política a nivel general. Boicot a la propaganda del falso olimpismo. Liberación del Tibet. Ya.
Y cinco años de la guerra de Irak. Ninguno político occidental en la cárcel por crímenes contra la humanidad. Precio por conferencia, ¿cien mil euros?.